Estos elementos impiden que las personas sufran serios daños cervicales, ya sea por un impacto desde atrás o por el “efecto látigo” al ser rebotado por el cinturón e seguridad.
Deben colocarse a la misma altura que la cabeza, nunca por debajo de la nuca y a una distancia mínima, que permita girar y mover la cabeza libremente (se sugiereunos 4 o 5 cm).