La amaxofobia o miedo no racional a manejar vehículos en particular automóviles, es más común de lo que crees. Si tienes ese problema la Academia del Molino y un instructor en quien confiar es fundamental.
Esta fobia o miedo irracional tiene variadas causas. Pero lo importante es que se puede superar y hay muchos testimonios de ello.
Nada es imposible. ¡Animate a Manejar! Puedes fijar una entrevista ya mismo y por el teléfono que aparece en esta misma página.
Índice de contenido:
Miedo a manejar – Datos útiles que debes tener en cuenta
Lo primero que debemos hacer para superar un miedo es saber sus causas o sus raíces, Es muy común escuchar «desde que pasó aquello le tomé un terror a los insectos».
El primer paso es descubrir «aquello», cuando son cosas más básicas o fundamentales la psicoterapia es el mejor consejo para iniciar a tratar este miedo en 2024. En sus grados severos se ve detallada dentro de las fobias que afectan el bienestar.
¿Cuáles son las causas del miedo a conducir?
Es fundamental conocer la causa que provoca el miedo para poder prever como reaccionaremos ante determinadas situaciones que muy probablemente enfrentaremos. Habrá veces que no alcanzará sólo con conocer las causas de la amaxofobia, a veces requiere un entrenamiento especial y personalizado.
- Como primera causa está haber participado de un accidente de tránsito con consecuencia que se consideran graves. Puede ser también que no se haya participado personalmente sino a través de un ser muy cercano.
- Las actitudes de acompañantes, amigos o familiares que con buena voluntad se ofrecen a enseñar a manejar, a menudo con comentarios o gestos, sin querer van desestimulando y menospreciando al futuro conductor y afectando su autoestima, al punto de creer que no sirven y al final les provoca miedo a conducir.
- Haber estado mucho tiempo (la cantidad no es fija, para una persona puede haber sido 3 meses y para otra 5 años) sin conducir y luego, al volver a intentarlo entrar en pánico y no poder has ve al punto de tener que dejar el volante a otra persona.
- Si una persona sufre de otras fobias, aun en grado no problemático como la agarofobia (miedo a espacios abiertos), claustrofobia (miedo a espacios cerrados, enoclofobia (miedo a estar con muchas personas) entre muchas más pueden derivar frecuentemente en miedo a conducir.
Las causas pueden incluir experiencias traumáticas al volante, el miedo a perder el control del vehículo, accidentes previos o una fuerte autoexigencia. La sensación de estar en peligro constante también puede aumentar la ansiedad, especialmente en situaciones de tráfico complicado o por miedo a perjudicar a otros.
Muchas veces conocer y atacar las causas del problema lo harán desaparecer, otras veces si no superamos la causa es muy difícil que podamos perder el miedo a manejar.
Dos formas de manifestarse la Amaxofobia
Existen dos formas de manifestación de este miedo a conducir: Uno es instantáneo y el segundo es progresivo.
El instantáneo suele darse en menor proporción que el progresivo. El primero suele ser causado por un trauma o participación en accidentes con consecuencias graves. También por haber dejado de manejar durante un tiempo prolongado, o el desarrollo repentino de alguna de las fobias mencionadas antes.
El progresivo es aquel que comienza por no querer o no poder manejar en la ciudad, a esto se le va agregando no poder o tener miedo a conducir por determinadas rutas, a esto se le agrega no manejar en determinados días u horarios y cuando queremos acordar no tocamos el auto a menos que sea de acompañante.
Impacto de la amaxofobia en la vida diaria
El miedo a conducir puede limitar las actividades diarias, como ir al trabajo o acompañar a los hijos al colegio, lo que provoca una pérdida de independencia y aumenta la ansiedad en el entorno familiar. Es común que las personas que sufren de amaxofobia eviten completamente conducir, lo que genera aislamiento social y afecta su bienestar emocional.
Técnicas para manejar superando la fobia
Lo primero para superar cualquier situación es un buen reconocimiento de ésta. El análisis preliminar lo puede comenzar uno mismo con la simple pregunta: ¿A qué le temo? Y hay algo muy común a casi a todas las fobias y es el miedo al miedo, es lo primero que debemos superar, y esto si depende solo de uno mismo. Hay que decirse «Si tengo miedo a tal cosa y nadie puede juzgarme por ello».
Podemos contárselo a alguien que nos inspire confianza, en este caso por ejemplo, podemos pedirle al amigo que consideramos que maneja muy bien, que entre con nosotros al coche y hablar de nuestros miedos, al tránsito, a tener un accidente, a lastimar a alguien, a perder control del coche con la velocidad, a no prever lo que el conductor de delante puede hacer, etc.
En academia del Molino, ofrecemos cursos diseñados para personas con amaxofobia, donde nuestros instructores capacitados trabajan con los alumnos de manera progresiva para recuperar la confianza al volante. Cada sesión es personalizada para adaptarse al nivel de cada persona, ayudándola a superar el miedo en un entorno seguro.
Amaxofobia relacionada a la ansiedad generalizada
Cuando los miedos no son razonables porque la persona sufre de trastorno de ansiedad en casi todos los ámbitos de su vida, el coche-escuela de doble mando es la herramienta indicada. Garantiza la seguridad de instructor y alumno. Mientras se maneja de forma segura el instructor ayuda al alumno mediante lenguaje firme pero suave y tranquilizados.
Lo debe convencer que todos los problemas deben quedar fuera del auto, es decir: Cuando uno se dispone a manejar debe concentrarse en el auto, el tránsito, las señales de las calles, los peatones… toda otra preocupación no se puede solucionar en ese momento lo aconsejable es no pensar en ellas.
Y además como el alumno ya está en el coche va adquiriendo también las habilidades motrices y las propiedades de cada elemento a manejar, acelerador, volante, cambios, espejos, y otros..
Miedo a manejar desde el comienzo
Hay personas que llegan a la academia con miedo a manejar y se les pregunta si han manejado alguna vez y responden «nunca». Con estas personas también se debe trabajar directamente en el coche. Previas explicaciones básicas del funcionamiento del coche y reglas de tránsito se va a conducir y el instructor debe tener la capacidad de favorecer el autoestima del alumno y minimizar sus inseguridades.
A la vez que se van practicando los movimientos se va ganando en seguridad. Es aconsejable que se vaya enfrentando al alumno a dificultades progresivas, porque si falla en la primera experiencia, pero esta es un cruce de dos avenidas un viernes a las 5 de la tarde, su autoestima va a descender todavía más.
El enfrentamiento progresivo a dificultades cada vez mayores es una práctica común con todos los alumnos, pero con los que manifiesta amaxofobia los instructores tendrán especial cuidado en los tiempos de superación.
Anímate a manejar
En academia Del Molino estamos preparados para recibir personas que sufren amaxofobia con nuestro plantel de instructores. Así que: ¡Animate a manejar!
¿Has sentido en alguna ocasión ansiedad, angustia, sudoración o taquicardias antes o durante la conducción? Si es así, quizás formes parte de ese 4% de conductores que sufre amaxofobia o pánico a conducir.
Expertos consultados coinciden en resaltar algunos perfiles de amaxofóbicos que se repiten con frecuencia. Por ejemplo, el de personas que han sufrido un accidente de tránsito y no son capaces de enfrentarse de nuevo a la conducción. Según Francisco Bonet, director médico de Real Automóvil Club de Cataluña, son personas que «han sufrido un accidente en primera persona, el de algún allegado o han quedado traumatizados tras haber presenciado uno».
Evitar la tensión después de un accidente
En cualquier caso, el resultado es que, «debido al trauma sufrido, no son capaces de volver a controlar el vehículo». Más abajo encontraremos un completo desgloce de los puntos clave de este tipo de manejo.
El siguiente cuadro nos muestra algunos síntomas que nos podrían definir como amaxofóbicos:
Circulación en puentes
El miedo a caer al vacío genera inseguridad en muchos conductores. Es un miedo que se puede trabajar para evitar accidentes.
Curvas cerradas y peraltadas
La velocidad que se suma a una pérdida temporal de perspectiva genera inseguridad y puede llevar a peligrosas crisis al volante.
Circulación en túneles
La entrada a un túnel puede generar mucha tensión en un amaxofóbico. Suele sumar la sensación de agobio y encierro en el conductor afectado por este trastorno.
Vias con muro de separación
El miedo a tocar los límites puede ser el mayor contratiempo. Suma inseguridad y una tensión no siempre fácil de evitar.
Incorporciones a vías rápidas
En este punto debemos distinguir la amaxofobia del miedo de todo principiante. Con práctica y ciertas pautas se adquiere la habilidad de hacerlo sin mayores problemas.
Tránsito por vías rápidas de varios carriles
El miedo a perder el control del vehículo puede llegar a niveles no administrables. La clave es el autocontrol y la seguridad a la hora de conducir.
Grandes bajadas
La velocidad, la perspectiva desde la altura y lo estrecho de algunos caminos pueden generar una sensación de inseguridad no siempre fácil de administrar.
La clave es tener claro control del vehículo y del camino y dejar de atender la perspectiva.
Estacionamiento
Nuevamente, un temor clásico de los principiantes, puede ser compleja en caso de los conductores afectados por la sensación de estar molestando a otros.
En estos casos lo importante es adquirir la seguridad y la tranquilidad al volante.
En esta misma línea desde academia de choferes Del Molino tenemos cursos de estacionamiento pensados para casos específicos: edificios con espacios reducidos, estacionamientos o garajes pequeños. Se trabaja con alguno de nuestros instructores más especializados para reconocer el espacio y generar un plan de estacionamiento seguro para el vehículo y controlado para el conductor. No dejes de consultar.
Por supuesto que puede haber muchos más síntomas de amaxofobia. Desde nuestra academia no planteamos entrar en los detalles terapéuticos. Cuando la amaxofobia se presenta con síntomas complejos es claro que puede ser necesario acompañarse con un terapeuta o psicólogo.
Asistir a los miedos del alumno principiante
Si podemos asistir a nuestros alumnos frente a los miedo comunes del inicio de las clases en nuestra academia de choferes. Si se trata de conducir, siempre hay miedos al principio, y es normal. Se pueden trabajar desde la práctica y las técnicas que brindan seguridad y confianza.
Muchos alumnos han tenido malas experiencias, pero eso no quiere decir que haya que hablar de amaxofobia. Muchos miedos son simplemente eso: miedos. Con trabajo y técnicas podemos volvernos buenos conductores y con el tiempo hasta reírnos de nuestras limitaciones y miedos iniciales.
¿Qué es la amaxofobia y cómo afecta a los conductores?
La amaxofobia es el miedo irracional a conducir, que puede ser causado por experiencias traumáticas o ansiedad generalizada. Afecta significativamente la capacidad de una persona para conducir, limitando su movilidad y confianza.
¿Cuáles son las causas comunes de la amaxofobia?
Pueden incluir haber sufrido o presenciado un accidente grave, la influencia negativa de acompañantes durante el aprendizaje, o la prolongada ausencia de conducción.
¿Qué técnicas se utilizan para superar la amaxofobia?
Incluyen terapia psicológica para casos severos y un enfoque práctico como clases de manejo en coches de doble mando, donde un instructor calificado ayuda a desarrollar confianza y habilidades de conducción.
¿Cómo puede la Academia Del Molino ayudar a personas con amaxofobia?
Ofrece un entorno de aprendizaje comprensivo y personalizado, con instructores expertos que brindan apoyo y técnicas para ayudar a los estudiantes a superar sus miedos.
¿Es posible conducir de forma segura después de superar la amaxofobia?
Sí, con el entrenamiento y apoyo adecuados, las personas pueden aprender a manejar de manera segura y confiada, superando su miedo a la conducción.
¿Qué importancia tiene reconocer y tratar la amaxofobia para la seguridad vial?
Es crucial para garantizar que todos los conductores en el tránsito estén seguros y confiados, lo que a su vez contribuye a la seguridad vial general.